Huang Two Tli piensa en el verano
Consciente de que llega la estación más fértil del año en lo que a urdir nueva relaciones se refiere, sabe que deberá tarde o temprano abandonar la media sombra y el ambiente controlado de su tatami, si es que desea incorporar experiencias nuevas a su vida.
Viste de negro a la usanza de los antiguos monjes y cree poder resistir el bombardeo impío de rayos ultravioletas a través de la trama cerrada de su toga.
Advierte, sí, que le falta un sombrero y no se decide por ninguno de los que ha visto.
Un bonete de cumpleaños es bien juvenil pero no le sienta nada bien a esa cabezota de sabio oriental. Lo ha intentado otras tres veces, primero con un sombrero de ala ancha pero la onda cowboy no lo seduce. Luego intenta con una gorra tejida muy rasta. Los colores le gustan pero no consigue que se adapte a su cabeza. Por último intenta con un gorro de dormir rayado que tal vez fue souvenir de los bersuit. Le cabe, pero le da sueño y cree que no es la idea.
Hasta que encuentra una media de red hubiera podido asegurar que nada iba a sentarle bien, pero siempre hay tiempo para comprender la felicidad de ser anónimo.
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Esto no es todo, amigos