miércoles, agosto 16, 2006

Curiosity kill


















Ella sabe que la amo, pero prefiere no escuchar
Yo sé que ella lo sabe y siendo así, mejor no decir nada.

Yo sé que ella no me ama, pero prefiero no escuchar
Ella sabe que yo sé y siendo así, mejor no decir nada.

Ni un ni un no.

Fuimos felices hasta lo inevitable:
un deseo irresistible de hacer preguntas.

Esto no es todo, amigos

lunes, agosto 14, 2006

Correspondencia privada. Trofeo

Mi querido,
Verás que contesto con presteza tu carta anterior porque te imagino ansioso de respuestas y ya te he dicho que la ansiedad transforma tus suaves facciones en un rostro cuasi-cubista que lastima el mío con sus aristas.

Sinceramente, ya no estoy tan segura de poder llevar a cabo lo que tanto esperas de mí.

Antes de escucharte hablar de una debilidad de carácter que justamente en este caso no me anima, te aclaro que no se trata de eso sino más bien del rumbo incierto que han ido tomando mis pensamientos.

Bien dices que mi deseo siempre ha sido conseguir de tí un amor incondicional, exclusivo y persistente como aquel al que haces referencia, sólo que hoy no estoy tan segura de conformarme con uno tan insignificante y previsible. Me conozco y creo que no resistiría mucho tiempo sin echar de menos un destello de locura en tus labios, un resquicio de duda en tus caricias, un miedo impreciso en tu silencio, algo de mito en tus palabras.

De hacer lo que me pides, probablemente ya no tendría ninguna oportunidad de encontrar en tí vestigios de esa pasión ciertamente esquiva que, sin embargo, tan infinito placer me produce a pesar del sufrimiento que acecha como una serpiente en su interior. Lo que es peor, estaría condenada a buscar con desesperación en otros hombres -lo que indudablemente no aprobarías- un rastro o señal que me rescate de la existencia opaca en la que tarde o temprano el desatino de tu plan me iría acorralando.

En fin, espero sepas comprender lo que te expreso no obstante la crudeza de mis razones. Estoy segura que a pesar de la desilusión que probablemente experimentes, tú tampoco deseas verme languidecer como un trofeo sobre tu escritorio.

Tuya siempre.

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Esto no es todo, amigos

domingo, agosto 13, 2006

Correspondencia Privada. Crimen necesario.

Mi vida, te escribo porque es preciso, por no decir de una urgencia insalvable y perentoria, que cometas este crimen necesario tal como te lo vengo solicitando desde hace un tiempo. Se entiende que al dejar este pedido expresamente registrado por escrito no deberás temer a las consecuencias del acto que con tanta vehemencia te induzco a perpetrar.

Entenderás que tampoco es mi intención sembrar alarma en los hogares ni en las instituciones. Mucho menos en las altas esferas -por no mencionar las bajas, que como es de público conocimiento suelen alarmarse con mayor frecuencia-.

Estoy persuadido que haber conseguido tan trabajosamente nuestra intimidad de caracol nos da derecho a tratar este y otros asuntos con absoluta prescindencia de Damas y Caballeros desconocidos con derecho a voz y voto.. Asuntos que, por otro lado, difícilmente estarían al alcance de su entendimiento.

En cuanto a los aspectos prácticos, prometo sugerir la mejor coartada, evitar cabos sueltos que conduzcan al móvil, elegir el medio más apropiado para que puedas cumplir con tu parte sin imprevistos ni desprolijidades.

Tal vez sea necesario que lo repita, mi vida, pero me urge que asesines todo aquello que de mito, duda, miedo, locura hay dentro de mí, toda vez que aún sostengas -como quiero creer- el deseo de darle lugar al otro, ese otro insignificante y oscuro que sólo sabe amarte en silencio, sin condiciones.

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Esto no es todo, amigos

Unotro


Imagen: B. Brandt "El bar"

Esto no es todo, amigos