Radio Imaginaria #29. Una pequeña ayudita de mis amigos
- Buenos días, Maestro...¿todavía escribiendo?
- Así es, Antonio. Hace rato que intento continuar esta historia y...nada.
- Su tono denota una cierta preocupación...¿o me parece a mí?
- Le parece. Soy consciente de mis propias limitaciones, aunque mi falta absoluta de vergüenza me lo hace disimular bastante bien.
- ¡No diga eso, Maestro!!
- Ya lo dije.
- Retráctese.
- Quisiera.
- ¿Pero?
- ...
- Maestro, se me ocurre algo.
- Pues no me haga envidiar sus ocurrencias, ¿quiere?...
- No me entienda mal. Digo que tengo una idea para salir del paso con la historia que Usted no consigue terminar de escribir.
- Si me va a sugerir que la guarde en un cajón, evítese el comentario, Antonio. Acabo de intentarlo, aunque lamentablemente, el cajón está tan atestado de otras tantas historias inconclusas que no tuve más remedio que tirarla al cesto de la basura.
- ¡Noooo! Cómo se le ocurre...
- Es que lo hice justamente porque no se me ocurre nada...¿acaso no me está escuchando?
- Espere. No diga nada hasta que termine. ¿Usted tiene el principio de una historia, ¿no es verdad?
- Es cierto.
- Y está empantanado, sin saber cómo continuarla, ¿correcto?
- Técnicamente no es correcto. pero convengamos que es la pura verdad.
- Bien. ¿Porqué no le pedimos una ayudita a nuestros oyentes?
- ¿Ayudita?
- Claro, que terminen ellos la historia, ¿qué le parece?
- No es mala idea. Tal vez sea la solución para vaciar mis cajones de papeles. ¿y cómo lo haríamos?
- Déjeme pensar unos minutos, y le preparo un borrador.
- Prepare, Antonio, pero no se demore.
- Así es, Antonio. Hace rato que intento continuar esta historia y...nada.
- Su tono denota una cierta preocupación...¿o me parece a mí?
- Le parece. Soy consciente de mis propias limitaciones, aunque mi falta absoluta de vergüenza me lo hace disimular bastante bien.
- ¡No diga eso, Maestro!!
- Ya lo dije.
- Retráctese.
- Quisiera.
- ¿Pero?
- ...
- Maestro, se me ocurre algo.
- Pues no me haga envidiar sus ocurrencias, ¿quiere?...
- No me entienda mal. Digo que tengo una idea para salir del paso con la historia que Usted no consigue terminar de escribir.
- Si me va a sugerir que la guarde en un cajón, evítese el comentario, Antonio. Acabo de intentarlo, aunque lamentablemente, el cajón está tan atestado de otras tantas historias inconclusas que no tuve más remedio que tirarla al cesto de la basura.
- ¡Noooo! Cómo se le ocurre...
- Es que lo hice justamente porque no se me ocurre nada...¿acaso no me está escuchando?
- Espere. No diga nada hasta que termine. ¿Usted tiene el principio de una historia, ¿no es verdad?
- Es cierto.
- Y está empantanado, sin saber cómo continuarla, ¿correcto?
- Técnicamente no es correcto. pero convengamos que es la pura verdad.
- Bien. ¿Porqué no le pedimos una ayudita a nuestros oyentes?
- ¿Ayudita?
- Claro, que terminen ellos la historia, ¿qué le parece?
- No es mala idea. Tal vez sea la solución para vaciar mis cajones de papeles. ¿y cómo lo haríamos?
- Déjeme pensar unos minutos, y le preparo un borrador.
- Prepare, Antonio, pero no se demore.
Etiquetas: Radio Imaginaria
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