martes, julio 17, 2007

Membretes

Cuando niño
viví divertidamente
la risa loca todos los días
la risa loca de verdad
y además una tristeza tan triste
y a veces las dos al mismo tiempo.
Entonces me creía desesperado.
Simplemente no tenía esperanza
no tenía nada más que estar vivo
estaba intacto
estaba contento
y estaba triste
pero nunca lo aparentaba.
Conocía el gesto para permanecer vivo.
Sacudir la cabeza
para decir no
sacudir la cabeza
para no dejar entrar a las ideas de la gente.
Sacudir la cabeza para decir no
y sonreír para decir sí
sí a las cosas y a los seres
a los seres y a las cosas para acariciar
para amar
para tomar o dejar.
Era como era
sin mentalidad.
Y cuando tenía necesidad de ideas
para hacerme compañía
las llamaba.
Y venían
y decía que sí a las que me gustaban
a las otras las tiraba.

Ahora he crecido
las ideas también
pero son siempre grandes ideas
hermosas ideas
ideas ideales.
Y todavía me río de ellas en su cara.
Pero me esperan para vengarse
y comerme
un día en que esté muy cansado
pero yo en un rincón del bosque
las espero también
y les corto el pescuezo
y les corto el apetito.

Jacques Prévert. Ahora he crecido
(de La lluvia y el Sol)

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