lunes, julio 19, 2010

Signos Vitales

Estoy en franco desacuerdo con las teorías médicas, paramédicas o psicomédicas a la hora de discernir si un cuerpo está vivo o no.

No creo que basta con un corazón latiendo en tiempo y forma, una presión sanguínea normal, temperatura no muy por debajo ni muy por encima de la media considerada normal, un pulmón que se mantiene en las 13 veces por minuto o parámetros químicos estabilizados para juzgar que la persona está viva.

Todos conocemos algún caso de pacientes internados desde hace días, meses, años en esas cuevas de supervivencia de los hospitales que manifiestan signos vitales estables según el patrón de referencia pero que por días, meses, años no mueven un dedo ni dicen una letra ni puden incorporarse.
Con suerte, algunos saben quién está enfrente. Pero encima cuando salen añoran esas maquinarias...

Quisiera que de una vez por todas se juzgaran en serio otros signos vitales, para lo cual acompaño algunas preguntas básicas que podrían ser incorporadas al cuestionario médico de ocasión. Por ejemplo:

¿Usted es feliz?
¿Cuál fue el libro que leyó la última vez?
¿Tiene ilusiones?
¿Todavía espera algo de la vida?
¿Sueña?
¿Tiene sueños?
¿Sueña con sueños que no ha concretado?
¿ Sueña con sueños que esta vez cree posible concretar?
¿Ama?
¿Es amado?
¿Quiere amar?
¿Le gustaría ser amado?
¿Está solo?
¿Se siente solo?
¿Disfruta o padece el estar sólo?
¿Ha salido a caminar su barrio?
¿Disfruta de ver amanecer?
¿Ha visto llover alguna vez?
¿Se ha mojado con esa lluvia o con otra?
¿Qué le gusta hacer?
¿Sabe hacerlo?
¿Y entonces porqué no lo hace?

Se me ocurren muchas otras, pero el espacio es breve.
Era una muestra.
Tal vez sigo.

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