sábado, febrero 04, 2006

Membretes

...No, únicamente el cielo, si a eso se lo podía llamar cielo, estaba en condiciones de ayudarlo: no se trataba, en absoluto, de camuflar la realidad, sino de cumplir un milagro, de hacer que no hubiera tenido lugar lo que había ocurrido. Borrar ese episodio de sus vidas y también borrar sus consecuencias, pero asimismo, borrar el rastro de la goma de borrar y el rastro de ese rastro. No se trataba de camuflar o de olvidar, sino de no tener nada que camuflar ni que olvidar, ya que, de otra manera, el recuerdo volvería e, ineludiblemente, los destruiría.

(Frag. de "El Bigote", de Emmanuel Carrére)

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