Correspondencia privada # 0 Pienso mucho en tí
Una chica, con la que intimé un cierto tiempo, tenía la curiosa costumbre de enviarme cartas casi a diario. si dije "cartas", es fácil deducir cuánto hace de esto...
Todas, invariablemente, en distintos formatos y con diferentes caligrafías que me permitían adivinar sus estados de ánimo, decían una sóla cosa. "Pienso mucho en tí".
Cuando se me empezaron a retorcer las extremidades y mi piel se puso viscosa, un amigo en común -que luego supe había sufrido los mismos síntomas-, me abrió los ojos aunque ya era demasiado tarde.
La tipa era una bruja que solía juguetear con alfileres sobre el cuerpo de peluche de cada uno de sus ex-amantes.
Etiquetas: Correspondencia privada
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