lunes, febrero 20, 2006

Membretes

"El escritor se organiza en su texto como lo hace en su propia casa. Igual que con sus papeles, libros, lápices, carpetas, que lleva de un cuarto a otro produciendo cierto desorden, de ese mismo modo se conduce en sus pensamientos. Para él vienen a ser como muebles en los que se acomoda, a gusto o a disgusto. Los acaricia con delicadeza, se sirve de ellos, los revuelve, los cambia de sitio, los deshace. Quien ya no tiene ninguna patria halla en el escribir su lugar de residencia.
Y en él produce, inevitablemente, como a su tiempo la familia, deshechos y amontonamientos. Pero ya no dispone de desván y le es sobremanera difícil desprenderse de la escoria. De modo que al tener que estar quitándosela de adelante, corre el riesgo de acabar llenando sus páginas de ella"

Theodor W. Adorno.
Mínima moralia

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