jueves, octubre 05, 2006

Membretes

No le mostremos a nadie un amor incondicional. Quien se vea objeto de esa idolatría podrá creer que, en el fondo, todo nos da lo mismo y que no sabemos distinguir entre lo que le conviene y lo que no le conviene.
Pongamos límite a nuestra adoración con un cartel que diga: "Alto. Si cruzas esta frontera ingresarás en mi desprecio". De lo contrario sospechará que nuestro amor ha sido el alcahuete de cualquier desgracia que después le ocurra y pondrá fin a su amor por nosotros.

Aduanas del amor. Marco Denevi

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5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Maestro: qué pasa que la página está como detenida, deshabitada, siempre la visito para ver sus nuevos comentarios....pero....cricri.cricri

10:42 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

hola se extraña maestro

10:43 p.m.  
Blogger El Maestro said...

Gracias f.
le aseguro que yo también la visito, y tengo la misma impresión que Usted.

Me reconforta pensar que a menudo, la música de grillos es más perturbadora que algunas de las cosas que se nos ocurren aquí.

12:31 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Todos extrañamos al Maestro.

12:33 a.m.  
Anonymous Anónimo said...

Igual, yo estoy acá, y el sonido de los grillos es hermoso en las noches de verano.

12:19 a.m.  

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