viernes, enero 05, 2007

Libretas Norte Pág. 67 Música de grillos

1.

Sucede siempre de noche, pero sólo en aquellas donde el calor pesa.

El aire no acude, y si lo hace, es sólo una limosna para los pulmones.

Apenas el narcótico que asordina los pensamientos y entumece la lengua.

Una embriaguez laxa que empuja la voluntad contra la ropa.

2.

Es precisamente en esas noches cuando suena una música de grillos.

Quién quiera oír que oiga, pero ocurre casi como con el silencio:

ahora se lo escucha con alivio, luego será una piedra en tu zapato.

3.

Es posible que el silencio sea una voz que no puede.

O una que no debe.

El silencio, entonces, nunca es una ausencia de voz.

Más bien la evidencia de una que no encuentra cómo.

4.

Estoy convencido de lo siguiente:

a) Ningún silencio perturba.

b) Mis mejores palabras son las que nunca dije.

c) A veces debe haber silencio.


No sé nosotros, pero esos grillos tienen mucho para decir.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Si maestro, hace bastante que leí su comentario... pero no encontraba nada bueno para decir...entonces en esos casos, lo mejor es el silencio.
En esos casos, si. Ahora... pienso que a veces el silencio es una forma de violencia para con el otro.
Cuando estoy enojada no hablo, no escribo, no llamo ( hago silencio, bah)Pero de todos modos creo que es la forma menos violenta de expresar mi enojo, porque,las palabras una vez arrojadas...hmmm... no hay vuelta atrás, por más que no quiera justificarse de que no quizo pronunciarlas. Pero me duele el silencio de las personas que quiero porque en realidad me lo tomo como indiferencia; uy!!! y esa sí que duele maestro!!!

2:21 a.m.  

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