Radio Imaginaria #25. ¿Todo?
- Señorita, ¿podría decirme qué pasó aquí?
- ¿Perdón?
- Pregunto concretamente si sería capaz de explicarme por qué esta serie de escritos que encuentro tan familiares tomaron estado público en mi ausencia.
- Leí su libretita, Maestro.
- Pero cómo...! ¿No sabe que eso no se hace?
- Es que Usted la dejó sobre la mesa...
- Creo que eso no justifica su tentación de abrirla. Y muchos menos de posar sus ojos, por bellos que sean, en su contenido, evidentemente privado.
- Pero la mesa es un ámbito público, Maestro. Entiendo que si Usted dejó la libretita allí, es con toda la intención de que alguien la ojee.
- Se dice hojee.
- Si son las hojas, pero yo me refería a los ojos.
- De cualquier manera, pienso que no debería haber ojeado las hojas sin mi consentimiento.
- Pero es que yo soy la Secretaria, ¿lo recuerda?
- Claramente, sobre todo cuando ingresa por esa puerta, se sienta en su escritorio, cruza las piernas y prepara su cuaderno de notas, mirándome fijo.
- Perfecto. Entonces no debe ignorar que siempre lo supe todo, ¿no es cierto?
- ¿Todo?
- Todo, Maestro. Aún antes de que lo escriba.
- ¿Perdón?
- Pregunto concretamente si sería capaz de explicarme por qué esta serie de escritos que encuentro tan familiares tomaron estado público en mi ausencia.
- Leí su libretita, Maestro.
- Pero cómo...! ¿No sabe que eso no se hace?
- Es que Usted la dejó sobre la mesa...
- Creo que eso no justifica su tentación de abrirla. Y muchos menos de posar sus ojos, por bellos que sean, en su contenido, evidentemente privado.
- Pero la mesa es un ámbito público, Maestro. Entiendo que si Usted dejó la libretita allí, es con toda la intención de que alguien la ojee.
- Se dice hojee.
- Si son las hojas, pero yo me refería a los ojos.
- De cualquier manera, pienso que no debería haber ojeado las hojas sin mi consentimiento.
- Pero es que yo soy la Secretaria, ¿lo recuerda?
- Claramente, sobre todo cuando ingresa por esa puerta, se sienta en su escritorio, cruza las piernas y prepara su cuaderno de notas, mirándome fijo.
- Perfecto. Entonces no debe ignorar que siempre lo supe todo, ¿no es cierto?
- ¿Todo?
- Todo, Maestro. Aún antes de que lo escriba.
Etiquetas: Radio Imaginaria
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