sábado, enero 21, 2006

Una cajita con todos mis sentimientos

Uno

Ayer fue un día movido. Sentí el impulso de mudar definitivamente mi estudio de lugar, trasladándolo frente a estas ventanas donde debió haber estado siempre. Intentando colgar mis cuadros me martillé dos veces el mismo dedo en un lapso de siete minutos, y desde ese momento-ya se habrán enterado-, no pude parar de llorar hasta hace un rato.
Afortunadamente, no fue muy difícil desagotar el departamento y el gato ya está casi seco, aunque lo noto algo incómodo colgado de la soga junto a mis pantalones.

Excepto por ese incidente, el tiempo transcurre hoy con una cierta languidez, propia del que no espera nada.

Dos

En la tarde, salimos a pedalear por el barrio.

- Pa, ¿de qué color es el pánico?
- No sé, hija. Depende. A veces me parece blanco y otras, bien negro... ¿porqué lo preguntás?
- Porque cuando volvamos a casa, quiero dibujar todos mis sentimientos y guardarlos en una cajita.